In memoriam Dr. José Domingo Carriquiry Beltrán: 1960–2023


Presentes su esposa Nora Chequer e hijos Pablo, Nora y Edith



Ciencias del mar y de la Tierra

Homenaje realizado en el marco del XII Congreso Mexicano de Arrecifes Coralinos y el III Congreso Panamericano de Arrecifes Coralinos.

El Dr. José Domingo Carriquiry Beltrán, conocido entre sus amigos y en el mundo académico simplemente como Pepe, nació el 11 de noviembre de 1960 en Ciudad Obregón, Sonora. Hijo de José Carriquiry Lizárraga y María de Jesús Beltrán creció en el seno de una familia dedicada al comercio y a la agricultura.

Sus primeros años transcurrieron ligados al campo, pero los viajes de fin de semana a la playa en la cercana Guaymas y los relatos de los descubrimientos del connotado oceanógrafo y submarinista Jacques-Yves Cousteau despertaron su interés por la ciencia, en especial por el océano y las maravillas que en él se encuentran.

Fue así como decidió estudiar oceanología en la entonces Escuela Superior de Ciencias Marinas, de la Universidad Autónoma de Baja California. Durante sus estudios de licenciatura, el área de geología marina atrapó su atención, y en 1985 obtuvo el título de Oceanólogo con la tesis titulada “Análisis de la distribución de minerales pesados en los sedimentos clásticos de la Bahía de Todos Santos, Baja California, México”, por la cual se le concedió la Mención Honorífica.

Al término de la licenciatura decidió a dedicar su vida académica al estudio la geoquímica marina, una ciencia de frontera entre la geología y la química. Así, obtuvo una beca del CONACYT para realizar estudios de posgrado en geología, con especialidad en paleoceanografía de arrecifes coralinos, en la Universidad McMaster, en Ontario, Canadá, bajo la dirección del Dr. Michael Risk.

En 1987 obtuvo el grado de Maestro en Ciencias, y en 1991 el doctorado con la tesis titulada “Características geoquímicas y sedimentológicas del evento de calentamiento El Niño en 1982-83, en un arrecife de coral del Pacífico oriental”, por la cual también recibió una distinción. El aporte científico más significativo de su tesis doctoral, que fue publicado en dos artículos en las prestigiadas revistas Palaios y Geochimica et Cosmochimica Acta, fue el demostrar que el registro geoquímico contenido en las bandas anuales de crecimiento de los corales hermatípicos, en especial los cambios en la proporción de los isótopos estables de oxígeno (16O y 18O), en la molécula CaCO3 que constituye el esqueleto coralino, se correlacionan con la temperatura superficial del agua de mar.

Por primera vez era posible usar a los corales en estudios paleoceanográficos y paleoclimáticos, para hacer una reconstrucción del clima en los lugares o periodos de tiempo donde no existen registros instrumentales. Llevó a cabo estancias posdoctorales y de investigación en el Instituto Oceanográfico Scripps, de la Universidad de California en San Diego, en la Universidad Autónoma de Barcelona y en la Universidad de Harvard, para lo cual le fueron otorgadas becas posdoctorales Fullbright.

Toda su vida profesional la desarrolló ligado al Instituto de Investigaciones Ocenológicas, de la Universidad Autónoma de Baja California, en Ensenada, donde entró a trabajar como investigador de tiempo completo en 1989. Como responsable, durante muchos años, del Departamento de Geoquímica Ambiental del instituto, se involucró en la organización e implementación del programa de doctorado en oceanografía costera, en la impartición de cursos de licenciatura y posgrado como son geoquímica, mineralogía y geología sedimentaria, biogeoquímica marina, geoquímica marina y contaminación, geoquímica de carbonatos, arrecifes de coral y paleoceanografía, entre otros.

Uno de sus logros más relevantes y del cual siempre estuvo muy orgulloso, fue conseguir un apoyo extraordinario del CONACYT a mediados de los 1990s, para la creación del Laboratorio de Geoquímica Marina, el primero en su tipo en Latinoamérica, equipado con equipos de análisis químico instrumental como son espectrómetro de masas de relaciones isotópicas, un espectrómetro de emisión atómica acoplado a un inductor de plasma, un cromatógrafo de gases acoplado a un espectrómetro de masas, entre otros.

En este laboratorio y bajo su dirección, se formaron y desarrollaron sus tesis más de 40 estudiantes de licenciatura y posgrado, así como también apoyo el trabajo académico de otros investigadores. Durante más de tres décadas, sus estudios se enfocaron en las siguientes líneas de investigación: paleoceanografía, geoquímica de isótopos estables, biogeoquímica marina y estuarina, geoquímica sedimentaria y arrecifes coralinos.

Obtuvo financiamiento de agencias gubernamentas nacionales e internacionales, para el desarrollo de sus proyectos de investigación científica, lo que derivó en la publicación de más de 100 artículos y/o capítulos de libros, ya sea como autor principal o coautor, así como numerosas ponencias en congresos nacionales e internacionales. En especial estuvo muy interesado en la reconstrucción de la variabilidad oceanográfica del Pacífico oriental durante el Pleistoceno, procesos sedimentarios y dinámica de nutrientes en las lagunas costeras y en las zonas litorales de Baja California, la ecología de comunidades coralinas, y la reconstrucción climática y ambiental contenida en el registro geoquímico de las bandas anuales de crecimiento de los corales escleractinios. En el 2010 fue coautor del estudio Respuesta dinámica del Pacífico tropical al forzamiento solar durante el holoceno, que fue publicado en la prestigiada revista Science. Su red de colaboradores incluye más de 50 científicos nacionales e internacionales, con los que publicó sus trabajos.

Relevante también lo fueron sus labores de apoyo a la investigación entre las que se incluye que fue miembro de diversos comités para la evaluación de la actividad científica de diversas instituciones nacionales como son la UNAM, ECOSUR, UABCS, los Consejos de Ciencia y Tecnología de Argentina, Colombia, Costa Rica y México; la Universidad de California, el Laboratorio Nacional de Los Álamos, el Comité Binacional UC-MEXUS, la NOAA, la National Geographic Society, y la National Science Foundation.

Fue revisor numerosas revistas científicas especializadas. Por su destacada labor científica fue merecedor de varias distinciones como son: Premio al Mérito Académico 1999 de la Universidad Autónoma de Baja California; Presidente del Consejo Consultivo Científico y Técnico de los Arrecifes Coralinos de México; Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2009 (Baja California); Miembro del Comité Directivo Científico del Programa Internacional de la Biosfera y la Geosfera, sección Cambios Globales del Pasado; Profesor Visitante del Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia; fue nominado para integrar el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, y fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel III.

Asimismo, fue miembro de varias sociedades científicas como son la Unión Geofísica Mexicana, el Instituto Nacional de Geoquímica, la Sociedad Mexicana de Oceanología, la American Geophysical Union, la International Coral Reef Society y, por supuesto, la Sociedad Mexicana de Arrecifes Coralinos, de la que fue fundador, Presidente por el periodo 2011-2013, y Presidente del Comité Organizador del VI Congreso Mexicano de Arrecifes Coralinos, que se llevó a cabo en el 2011, aquí en Ensenada, Baja California.

Es muy difícil resumir en unas cuantas líneas el impacto que un académico de la calidad del Dr. José Carriquiry, tuvo y continúa teniendo en su entorno. Su legado ha quedado plasmado en su producción científica y en la formación de recursos humanos de calidad, entre los que nos incluimos varios de los aquí presentes. Vaya un abrazo hasta la eternidad, para el profesor, el investigador, el colega, pero, sobre todo, para el amigo.

Pepe, nunca te olvidaremos.

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*El Dr. Guillermo Horta-Puga trabaja en la Universidad Nacional Autónoma de México. FES Iztacala, UBIPRO, Lab. Biogeoquímica. Correo: horta@unam.mx

Palabras clave: In memoriam, Carriquiry, UABC, geoquímica marina, SOMAC

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