Acciones conjuntas de academia y productores en apoyo al recurso abulón
Participan cooperativistas y empresas privadas en encuentro organizado en CICESE
Las cooperativas y sociedades pesqueras dedicadas a la producción de abulón coincidieron en que producir semilla de este molusco es un punto prácticamente superado. El reto está en definir cómo se va a engordar esta semilla: si en el mar, con jaulas u otro tipo de estructuras sumergibles; en tierra, donde puede ser más seguro ante contingencias como tormentas o huracanes, o con una combinación de ambas, así como en seleccionar las mejores zonas de refugio y entender cómo se puede incrementar la tasa de fijación de esa semilla, para afrontar así uno de los principales retos que tiene el sector, que es el repoblamiento de los bancos naturales. Por ello, una de las conclusiones del 1er Encuentro de Productores de Abulón, es elaborar un programa de repoblamiento integral que fusione la visión, los retos y compromisos tanto de cooperativistas y productores privados, como del sector académico. El encuentro se realizó el 7 y 8 de septiembre en el CICESE. Se gestó a petición de los productores y fue convocado por la doctora Fabiola Lafarga de la Cruz, investigadora del Departamento de Acuicultura de este centro, quien destacó la participación de nueve cooperativas, cuatro productores privados y siete entidades académicas de esta entidad y de Baja California Sur, algo pocas veces visto en eventos de esta naturaleza. En el encuentro participaron casi 120 asistentes, y se organizó teniendo como temas detonadores: 1. La situación del recurso abulón, conocer su pasado, los estudios sobre estas especies y de la ecología alrededor para discutir hacia dónde va el sector, 2. Hablar de las estadísticas de la producción histórica por cooperativa, porque en los anuarios no está toda la información puntual, sino la tendencia general, y 3. Las problemáticas y retos que puedan identificarse relacionadas con el cultivo de este molusco en sus regiones, tanto para producción, consumo, como para conservación (restauración de los bancos naturales). En total se tuvieron 31 presentaciones: 10 de productores, cinco de tipo general y 16 académicas en temas de pesquerías y cultivo, sanidad y patología, genética, calidad de agua, acidificación, micro y macroalgas, y producción de perlas. También se registraron 16 infografías por parte de estudiantes de posgrado de la UABC, UABCS, CIBNOR y CICESE, así como una mesa de discusión que resultó muy productiva, pues de ahí surgió la idea de elaborar un programa integral de repoblamiento. En esta mesa se comentó que las cooperativas tienen entre 10 y 15 años produciendo semilla. Es un punto prácticamente superado, teniendo a La Purísima como la cooperativa más avanzada. El asunto ahora es definir qué se va a hacer con la semilla, saber qué pasa con las siembras en el mar, conocer los resultados reales porque empíricamente se sabe que entre más grande es la semilla (de 4 cm o más) mejor es la fijación, y evaluar el porcentaje de éxito de estas siembras, pues el reto es precisamente mejorar este porcentaje con miras al repoblamiento de zonas. Los productores privados, por su parte, definieron cuatro puntos clave: 1. Mejorar la maduración de los reproductores, en especial del abulón rojo. Esto tiene que ver con dietas, 2. Elevar la salud en cultivos, particularmente la tasa de supervivencia en etapas de engorda, con mejores diagnósticos, 3. Optimizar la diversidad genética, pues los abulones que están cultivando provienen de California, de progenies que tienen más de 50 años, y 4. Definir cómo van a crecer y con qué financiamiento; esto es, engordas en arrecifes artificiales, en jaulas, con estructuras sumergibles, o en tierra donde al parecer hay más seguridad. Para Jeremie Bauer, de MexCal, un grupo de investigadores basado en la UABC, las acciones de repoblamiento se han estado haciendo por décadas en las zonas pesqueras, lo que ha hecho falta es escalar estos esfuerzos con subvenciones, y extender el concepto de ranching (desarrollar zonas utilizables como criaderos o viveros de abulón) hasta hacerlos financiables. Seleccionar o definir los mejores sitios para lograr esto es un punto medular. Para la doctora Lydia Ladah, del CICESE, se requiere aprovechar el conocimiento que ya tienen los cooperativistas, pues ellos saben perfectamente en dónde se deben ubicar esos sitios piloto, que también pueden ser denominadas zonas de refugio. Aquí un aspecto importante es la seguridad en los campos pesqueros, pues la autoridad no ha podido ejercer la vigilancia por distintas razones. Otro punto es el efecto de las tormentas y huracanes que, cada vez con mayor frecuencia, azotan las costas del litoral del Pacífico, a media península. Socios de la cooperativa Leyes de Reforma relataron su experiencia con Hilary: sus instalaciones para producir semilla son modestas, y decidieron “ir al mar” para hacer la engorda, porque es más económico. Sin embargo, Hilary dejó devastación a su paso, con cortes de electricidad que hubieran afectado de todos modos la engorda en tierra, y arrastrando las artes de cultivo en el mar. A manera de conclusión de esta mesa, se propuso trabajar todos en la elaboración de un programa o proyecto de repoblamiento bien específico, aprovechando los recursos que cada sector puede aportar. Según informó el doctor Juan Pablo Lazo, jefe del Departamento de Acuicultura del CICESE, la producción de abulón en esta región ha oscilado entre 300 y 500 toneladas por año y genera una derrama de 120 millones de pesos. De esta producción, la gran mayoría proviene de capturas: 91, 95, 67, 87 y 84 por ciento, de 2017 a 2021, respectivamente; el porcentaje restante proviene de cultivos (9, 5, 23, 13 y 16 por ciento, respectivamente). Los trabajos sobre abulón en el CICESE comenzaron en 1987, con una primera tesis de maestría de Ricardo Searcy Bernal (ahora investigador jubilado de la UABC, quien acaba de dejar la presidencia de la International Abalone Society), y con las primeras asesorías (1989) del Dr. Domenico Voltolina en aspectos de cultivo, al personal del laboratorio de producción de la Federación de Sociedades Cooperativas de la Industria Pesquera (Fedecoop) en Punta Eugenia, según informó el Dr. Miguel Ángel del Río Portilla, investigador del CICESE, quien presentó los antecedentes que ha tenido este centro en el sector. De 1986 a la fecha se contabilizan 263 productos académicos relacionados con el recurso abulón (artículos, informes, manuales, ponencias); tan solo tesis de egresados, se tienen 26 de maestría, siete de doctorado y 19 tesis externas. A lo largo de los años se ha conformado un núcleo de 14 investigadores del CICESE que han trabajado en temas relacionados con este molusco, grupo que se ha reforzado con el trabajo de estudiantes, becarios en estancias, practicantes y dos posdoctorantes, los doctores Edith Elizondo y Miguel Ángel Tripp. Destacó las colaboraciones que se han tenido en diferentes épocas y con diferentes temas. Por ejemplo, con la cooperativa Pescadores Nacionales de Abulón, en Isla de Cedros, con quienes se abordaron aspectos de cultivo, genética, artes y sistemas de cultivo, enfermedades (rikettsia) y conservación de esperma. También con La Purísima y con la sociedad productora Regasa; con productores privados como Abulones Cultivados y Productos Marinos Baja, entre varios más. Al tiempo que se trasminaban las colaboraciones con otras sociedades cooperativas, se ofrecieron cursos y se hizo un diagnóstico cuando hubo una mortandad muy fuerte en las poblaciones naturales en 2010. Esta mortandad fue un fenómeno complejo provocado por varios factores, entre ellos de biología de la especie, interacción con el ambiente, enfermedades y manejo del recurso. Destacó el impulso que ha dado la doctora Fabiola Lafarga a las investigaciones sobre esta especie en los últimos 10 años, y que abarcan aspectos de cultivo, cultivo de híbridos, cuestiones de transcriptómica, genómica y metagonómica del tracto digestivo. También mencionó el surgimiento de otros estados que reportan producción de abulón en México, como Campeche, Colima, Guerrero, Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán. Estrictamente hablando, concedió, sí hay abulón en el Golfo de México y el mar Caribe, es una especie que mide 10 milímetros de longitud, Haliotis pourtalessi, pero desconfió de los datos de producción que reporta, por ejemplo, Sinaloa: 3.8 toneladas, con una especie así de minúscula. Fabiola Lafarga, por su parte, habló sobre el proyecto en el que ha estado trabajando su grupo y que abarca prácticamente todo el ciclo de vida del abulón: desde obtención de reproductores con las cooperativas, su acondicionamiento y maduración, inducción al desove por diferentes métodos, sincronización entre sexos y entre especies para generar híbridos, determinar las condiciones ideales para fertilización in vitro de híbridos, las condiciones de cultivo embrionario y larval, así como la inducción al asentamiento con diferentes métodos biológicos, físicos y químicos. Han trabajado con la alimentación de postlarvas porque es uno de los retos que se tienen, pues una limitante para producir más semilla es la producción de diatomeas, que son su alimento. También han probado alimento artificial (AB Kel, Chinomix). Dijo que en nueve años de investigación han invertido 12 millones de pesos con recursos provenientes del Conahcyt, Inapesca y de los mismos productores. Sus instalaciones experimentales han pasado de un espacio de 24 metros cuadrados, a casi 200. Hacen desoves, ya sea en estas instalaciones o en las de Abulones Cultivados, y las larvas se fijan aquí, donde las tasas de fijación están directamente relacionadas con la calidad del reproductor. El CICESE tiene capacidad para producir y fijar larva competente, hasta 5 millones con diferentes porcentajes de supervivencia, y pueden producir 100 mil juveniles de 5 a 10 mm por ciclo. Estos ciclos pueden ser de seis a ocho meses, con curvas de crecimiento de 1 a 3 mm por mes, dependiendo de la calidad de los reproductores. Las limitantes son el espacio (el abulón es denso dependiente), la infraestructura y contar con recursos humanos especializados. En la inauguración, el director del CICESE, Dr. David H. Covarrubias Rosales, señaló que “con este encuentro buscamos algo muy importante: sinergias y alianzas. ¿Cómo las vamos a conseguir? A partir de encontrar puntos en común. Aquí están reunidos los productores de abulón, las cooperativas pesqueras, granjas acuícolas, los investigadores, los estudiantes. Estamos todos los que en un momento dado podemos realizar esa sinergia.” Por eso los invitó a exponer sus verdaderos intereses, las inquietudes, pues es así como se va a poder llevar a cabo este tipo de vinculación. La directora de Estudios de Posgrado, Dra. Denise Re Araujo, dijo que de los 19 programas de posgrado que tiene el CICESE, nueve están volcados completamente al interés costero y marino, y ocho realmente están vinculados a los organismos marinos, lo cual es muy importante. Al igual la matrícula, que suma 500 estudiantes vigentes y 180 de nuevo ingreso. “Estos estudiantes están interesados en responder preguntas concretas y generales, dirigidos por sus profesores”. ¿Y cómo lo pueden hacer? A través de sus comités de tesis en los que participan investigadores, posdoctorantes y los propios estudiantes. “Esas células son las que responden a las preguntas que ustedes harán ahora, en este evento”, concluyó. |