Ávida escucha y participación en el foro La mentoría de mujeres en STEM


Deseable que en el CICESE se cree un programa de mentorías



50 Aniversario

Ni el frío ni la lluvia ahuyentaron el interés de las 40 mujeres que fueron parte del foro “La mentoría de mujeres en STEM: experiencias compartidas de crecimiento académico”, realizado el 22 de febrero, en el CICESE, en el marco de su 50 aniversario.

Foro que sumó al objetivo del programa Mentoras en la Ciencia–Mentees, del British Council (BC), para disminuir el rezago del papel de la mujer en la ciencia, y en el cual, en las dos convocatorias emitidas hasta el momento, han participado 18 investigadoras y estudiantes del CICESE, ya sea como mentoras (4) o mentees o montoreadas (14).

El foro se propuso compartir la experiencia vivida en el programa del BC y dar luces respecto a lo que sí es y no es un sistema de mentorías; la experiencia permitió constatar al menos dos coincidencias entre las mujeres dedicadas a las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés): enfrentan retos y dificultades similares, y están receptivas a buscar y encontrar apoyo que les permitan un balance entre sus vidas académicas y personales.

En opinión de Sharon Herzka, investigadora del Departamento de Oceanografía Biológica del CICESE y coordinadora del foro, éste logró su propósito de familiarizar a las participantes en las características y los beneficios de las relaciones de mentoría en el contexto de los múltiples retos que enfrentan las mujeres que buscan desarrollarse en áreas STEM. Lo que me sorprendió, dijo, fue la avidez con la cual escucharon y participaron, y reafirmó mi creencia de que muchas mujeres, sin saberlo, enfrentan situaciones y retos similares, y se sienten aisladas.

Es común, agregó Sharon, que el entorno académico no fomente y apoye su desarrollo profesional de una manera óptima. Las relaciones de mentoría son una estrategia que empodera a las mujeres por medio del uso de herramientas concretas y abriendo espacios de diálogo seguro. Una puede necesitar una mentora o ser una mentora en cualquier etapa de su vida profesional; son relaciones no jerárquicas en las cuales podemos apoyarnos las unas a las otras con nuestra experiencia.

La meta es contribuir al desarrollo y éxito profesional de científicas, ingenieras, tecnólogas y matemáticas.  Me inspiró mucho escuchar a las participantes y ver de primera mano cómo resonó en ellas nuestro mensaje, señaló la Dra. Herzka. 

Por su parte, Ana Laura Padilla Ortiz, investigadora por México adscrita al CICESE Unidad Monterrey y quien viajó desde el noreste exclusivamente para participar en el foro, consideró que el evento estuvo muy bien, con mujeres muy participativas –desde tres preparatorianas hasta investigadoras y varias estudiantes del CICESE, la UABC y la UNAM–, y las entusiastas organizadoras –mentoras y mentoreadas– quienes desde su experiencia expusieron cómo les ha beneficiado el programa del BC. También se subrayó la importancia de implementar
este tipo de programa en el CICESE.

El encuentro

La tarde del jueves 22 de febrero, Sharon Herzka dio la bienvenida, explicó la dinámica, deseo que las dos horas de duración del foro fueran enriquecedoras para las participantes, destacó el carácter informal de la reunión e hizo énfasis en que la motivación de quienes han participado en el programa de la BC es compartir la experiencia vivida y propiciar un espacio de diálogo.

Primero, la audiencia presenció la representación de lo que usualmente es un encuentro Mentora-Mentee y cómo fluye la comunicación entre ellas: con respeto, sin prejuicios, con escucha activa, sin respuestas concluyentes de qué hacer sino opciones para guiar la toma de decisiones que cada persona debe asumir.

Thalia Avilés Esquivel, estudiante de doctorado en Ciencias de la Tierra, ingeniera Geofísica egresada de la UNAM, con maestría en el CICESE donde se especializó en métodos electromagnéticos, representó el papel de mentora, en tanto Nayeli Casillas, actual posdoctorante  en el Departamento de Óptica del CICESE, egresada de la maestría y doctorado del mismo posgrado, fungió como meente.

Luego de las presentaciones formales, justo Nayeli planteó los temas a tratar con su mentora, ya que como mamá de un bebé de escaso un año estaba frente a decisiones importantes por tomar pues se sugiere que los postdoctorados se realicen en instituciones diferentes a donde se obtuvo el doctorado y, mejor aún, en el extranjero.

En la representación fue claro observar que se establece una relación de respeto, compromiso, empatía. La mentora no dirá qué hacer, sino tendrá una escucha activa y con las herramientas adquiridas durante su entrenamiento y su propia experiencia será una guía para que la mentee tome sus propias decisiones.

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Respecto a lo que sí es una relación de mentoría, Lorena Durán, investigadora por México adscrita al Departamento de Biotecnología Marina del CICESE, enfatizó el rol de la mentora: es de acompañamiento, de alguien que tiene más experiencia, pero no aconseja. Las sesiones se basan en la escucha activa, la solidaridad y la empatía. Se trata de ofrecer herramientas a las mentoreadas, de guía en su toma de decisiones, sin influir en éstas. Buscar los puntos fuertes de las mentees para fortalecerlos. Actúa como un espejo y una resonancia de sus ideas; “tú decides desde tu historia, habilidades y herramientas”. Sobre todo, es un apoyo incondicional y sin juicios, un espacio seguro y completamente confidencial.

Durante su participación, Ana Laura Padilla hizo énfasis en que la mentoría no es una dirección de tesis, no son reuniones para resolver problemas de tesis o laboratorio, o aclarar dudas académicas, no hay un listado de qué hacer ante problemáticas específicas, no se dan consejos, no se emiten juicios, no se interrumpe y no hay expresiones como “no seas exagerada”, “no es el fin del mundo”. Se busca crecimiento académico y personal, no se espera que la mentee sea reflejo de la mentora.

El arte de formación como mentoras, agregó Sharon Herzka, es saber hacer las preguntas pertinentes que conduzcan a la reflexión; a través de preguntas y siendo empáticas, se puede incidir en la autorreflexión que conduzca a la toma de decisiones. Evitar preguntas cerradas: sí, no.

Entre las herramientas usadas en su rol de mentoras. Ana Laura destacó la rueda de la vida, cuyo círculo segmentado por aspectos que todos deberíamos valorar para tener una existencia en equilibrio –desarrollo personal, salud, diversión-recreación, familia-amistades, amor, casa-entorno físico, finanzas, área profesional– favorecen un ejercicio de autorreflexión. Se trata de un autoanálisis dinámico, cuyo ejercicio constante permite revisar, reflexionar acerca del tiempo dedicado a cada aspecto.

Otras herramientas son el Árbol del cambio, la firma de un contrato entre mentora y mentee cuyos puntos de acuerdo se establecen libremente entre ambas, así como establecer metas con objetivos SMART, es decir, específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales.

Antes de organizar mesas de trabajo con la participación de las asistentes al foro y sus organizadoras, mentoras y mentees, Claudia Espinoza, Gloria Salinas, Carmen Osorio y Carolina Bohorquez, quienes participaron en el programa del BC en calidad de meentes compartieron su experiencia.

Coincidieron en lo expuesto en la recreación previa y en lo dicho previamente por Sharon Herzka, Lorena Durán y Ana Laura Padilla. No se sintieron juzgadas, sino acompañadas en la toma de decisiones; la asesoría recibida las ayudó a concretar metas específicas (concretar un artículo, buscar soluciones en redes de apoyo); se sintieron escuchadas, valoradas, confiadas en el camino que están siguiendo “No tengo que demostrar nada a nadie”.

Contentas porque al final de la experiencia lograron una relación empática con sus mentoras y el comienzo de una amistad, recomendaron a las asistentes en participar en convocatorias como las emitidas por el British Council. Darse cuenta de que “no estamos solas” las motiva a invitar a otras mujeres a que “tengan una mentora”.

Las mentees son conscientes del necesario balance que deben procurar entre lo personal y lo académico, máxime cuando algunas han optado por la maternidad. “No está mal descansar para cargar la pila y seguir”. Hay que aprender a gestionar nuestras emociones y plantearnos objetivos realistas y alcanzables; para ello, en las mentorías se realizan ejercicios y se ofrecen herramientas que ayudan a la motivación y al cumplimiento de metas.

Participantes del CICESE en el programa del British Council

Durante las dos convocatorias emitidas por el programa de mentorías, 18 mujeres del CICESE han participado. Como mentoras: Lorena Durán Riveroll, Ana Laura Padilla Ortiz, Linda Viviana García Quiñonez y Sharon Herzka.

Como mentees tenemos el registro de: Claudia Espinoza Gonzalez, Gloria Salinas, Brenda Iduarte, Maricela Garduño, Nayeli Chacón, Abigail Pañola, Carolina Bohorquez, Nayeli Casillas, Martha Carolina Balbuena Salomón, Carmen Osorio, Zurisaday Ramírez Mendoza, Thalia Anaid Avilés Esquivel, Yessica Contreras.

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Palabras clave: Mentoras, mentees, British Council, STEM, SMART

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