«El CICESE nació en una época en que había una revolución alrededor de los océanos...»


Scripps, y la manera en que estos centros han hecho investigación conjunta



50 Aniversario

El CICESE nació cuando se estaba gestando una verdadera revolución mundial para entender los océanos desde un punto de vista científico.

Antes, los estudios que se hacían eran de tipo sinóptico, pues no había satélites o vehículos autónomos como los de hoy, con los que se pueden hacer mediciones u obtener imágenes de concentraciones o temperaturas a lo largo de los océanos. Se sabían ciertas cosas, pero no teníamos una visión de lo que es la oceanografía o la ciencia del clima hasta esos años, en que las instituciones se esforzaron por emprender estudios de manera global.

Al tiempo que cambiaba nuestra manera de pensar acerca de los mares, el CICESE, al participar en este proceso, fue creciendo de manera increíble, y conforme crecía fue explotando su conocimiento acerca del océano.

A 50 años de distancia, en la presenta Década de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible que decretó Naciones Unidas (2021-2030), hoy tenemos una visión muy diferente de lo que es la oceanografía. No se pueden entender los organismos sin poder entender los ecosistemas, y no se pueden entender los ecosistemas sin entender los océanos. Este es un aspecto fundamental que distingue al CICESE y a Scripps, pues ambas instituciones comparten el mismo punto de vista de lo que deben ser las ciencias del mar; por eso las colaboraciones han sido tan fáciles de establecer entre ambos institutos a lo largo de todos estos años.

Estas reflexiones son de la doctora Margaret Leinen, directora del Instituto Scripps de Oceanografía, quien ofreció a finales de octubre una charla magistral con motivo del 50 aniversario del CICESE, en el auditorio institucional.

De entrada, aclaró: esta no va a ser una charla sobre ciencia, sino de cómo hemos hecho ciencia juntos, de historias de colaboración.

Fundado hace 120 años (en 1903) en La Jolla, California, y con adscripción a la Universidad de California en San Diego, Scripps es la principal institución oceanográfica en la costa oeste de Estados Unidos.

Desde mediados de los años 60 y sobre todo a partir de los 70, su historia se ligó a dos centros científicos en Ensenada: la Escuela Superior de Ciencias Marinas (hoy facultad) de la UABC y el CICESE.

Nicolás Grijalva y Ortiz es el punto de convergencia entre las tres instituciones. Llegó a Scripps en 1968 como investigador; en 1969 ya era director de Ciencias Marinas, y en 1970 comenzó a gestionar la creación del CICESE (que se concretó dos años después). Según él, gente como Charles Cox, Gordon Groves, Hebert York, Myrl Hendershot, investigadores de ese renombrado centro de investigación, deben ser considerados como los promotores de la ciencia en Ensenada, pues venían en esos años a impartir cursos, ofrecer seminarios y a trabajar en proyectos conjuntos con el personal académico de estos nacientes centros.

Por eso, rememora Margaret Leinen, “cuando comenté a la gente de Scripps que iba a venir al 50 aniversario del CICESE, muchos me contactaron para platicarme sus historias de colaboración. Les pedí fotografías de cómo hicieron ciencia juntos, para ponerlas en mi presentación; recibí solo tres fotos de gente haciendo ciencia y cerca de 50 de personas en reuniones de todo tipo”, dijo entre risas.

Pero las colaboraciones han sido muy sólidas y de trabajo duro, llenas de historias, señaló al tiempo que presentaba una foto de Scripps de principio de los años 70. “Para quienes no lo conocen, se parece mucho al CICESE: las instalaciones en una colina, el muelle y una preciosa caleta”.

Scripps en la actualidad

Recordó que en 1970 la Comisión Oceanográfica Intergubernamental decretó la Década Internacional de Exploración del Océano, que significó el primer esfuerzo conjunto en el que muchas naciones contribuyeron para tratar de entender los océanos desde un punto de vista científico.

Así, en esos años comenzaron proyectos y programas que sentaron las bases para comprender procesos de todo tipo.

El primero fue el Coastal Upwelling Ecosystem Analysis (CUEA), que buscó tener una visión comparativa de los ecosistemas costeros y su relación con las surgencias costeras. “Cuando el CICESE comenzó a operar, hubo un grupo que empezó a estudiar el plancton y también otros ecosistemas costeros. Se integraron de inmediato al CUEA y fue este el primer programa global que tuvo participación del CICESE; fueron parte de él desde el principio”, indicó. “No solamente estudiamos la costa oeste de los Estados Unidos, sino la de Perú y los sistemas de surgencias en África e India. Por primera vez pudimos comparar esos ecosistemas para entender la manera en que dejan ver su huella en términos de entrega de nutrientes por parte del fitoplancton, así como la importancia de estos ecosistemas y la manera en que impactan otras actividades, como las pesqueras”.

Otros estudios que comenzaron en esos años fueron el French American Mid Ocean Undersea Study (FAMOUS), que permitió por primera vez estudiar el centro de apertura a mitad del Atlántico e integró varias especialidades (petrología, oceanografía física, química y sedimentología) para, trabajando juntas, estudiar y registrar estos procesos a gran escala.

Otro proyecto fue el Manganese Nodule Project (MANOP), un estudio de sedimentología y química para determinar el origen y desarrollo de los nódulos de manganeso en el océano profundo. En esa época el interés era el manganeso y elementos traza como el cobalto, níquel y zinc, pero no otros elementos que hoy se usan mucho en la industria eléctrica, de los vehículos eléctricos y en software. Se puede decir que este proyecto fue el origen para comprender la química del océano profundo.

Para empezar a estudiar procesos físicos a mitad del océano, particularmente remolinos de gran escala, su formación e impacto, se integró el Mid-Ocean Dynamics Program (MODE), el cual permitió hacer estudios desde el punto de vista sinóptico, pues antes de esa época no había satélites observacionales.

Otros programas y proyectos en los que había colaboración entre Scripps y el CICESE eran el CLIMAP, un esfuerzo internacional para hacer proyección geoquímica a partir de transectos a lo largo del océano, Geosecs, para determinar elementos traza y nutrientes en aguas profundas, y el Deep Sea Drilling Project (DSDP), que revelaba la circulación en el océano y la edad de los sedimentos a partir de isótopos de oxígeno. Estos estudios documentaron por primera vez la edad de los sedimentos marinos.

Este conjunto de programas se puede considerar como los libros de texto básicos de la oceanografía. De hecho, según la doctora Leinen, “mucho del ADN de lo que hacemos ahora proviene directamente de esa década de exploración del océano. Cambió la manera que pensábamos acerca de la ciencia oceanográfica y la ciencia del clima. Y el CICESE estuvo en ello con todos sus campos del conocimiento”.

Mención aparte recibió el programa California Cooperative Oceanic Fisheries Investigations (CalCOFI), que desde los años 40 comenzó en aguas frente a California y que hasta 1984 abarcó también Baja California. Cuando, por falta de fondos para hacer ciencia, el estado de California redujo la carta inicial de cruceros oceanográficos y dejó de hacerlos en aguas mexicanas, el CICESE integró su programa Investigaciones Mexicanas de la Corriente de California (IMECOCAL) y restableció la malla de cruceros a su estado original. Este programa combina la oceanografía física y química para entender no solo las relaciones dinámicas entre estas ramas, sino también la biología, pues estudia el plancton y su impacto en el ecosistema en lo general.

¿Y qué ha cambiado en estos 50 años? La doctora Leinen destacó tres cosas: el clima, el ciclo hidrológico y a sustentabilidad del planeta.

En el primero de estos puntos se refirió a la anomalía en la temperatura del océano. Los primeros 200 metros de agua son más cálidos ahora porque los océanos están mitigando o amortiguando la cantidad de calor que se ha incrementado en la atmósfera a partir de la revolución industrial.

También se tiene un cambio dramático en el ciclo hidrológico, con un incremento hacia el este a lo largo del trópico en el ciclo de lluvias y carga de vapor de agua, y finalmente, respecto a tener un planeta sustentable, dijo que hace 50 años no hablábamos de ello. No entendíamos el término, ni el impacto del cambio climático ni el problema de la contaminación, algo que ahora es focal en el presente Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible.

Por ello, tomando en consideración los grandes desafíos que tenemos en aspectos de alimentación, biodiversidad y economía azul (turismo, energía, recursos biológicos, desarrollo de medicamentos, transporte marítimo, manejo de puertos, entre otros), “debemos desempeñar nuestros roles de manera conjunta”, indicó en referencia a Scripps y al CICESE.

La directora de la División de Oceanología, Dra. Carmen Paniagua Chávez, aprovechó para destacar que el apoyo y la experiencia brindados por Scripps “ha enriquecido nuestros programas académicos, reforzado nuestros esfuerzos de investigación y han ampliado nuestros horizontes. Esta asociación ha permitido que nuestros estudiantes e investigadores prosperen, ampliando los límites del descubrimiento científico e impulsando la innovación en nuestra región”.

Al celebrar su 50 aniversario, agregó Carmen Paniagua, este centro de investigación le extiende un profundo agradecimiento “al Instituto Scripps de Oceanografía, a sus notables científicos y a toda su comunidad. Su inquebrantable apoyo y amistad han sido la piedra angular del crecimiento y éxito del CICESE”.

Al terminar la charla, el director de este centro, Dr. David H. Covarrubias Rosales, entregó a Margaret Leinen una placa de reconocimiento para el Instituto Scripps de Oceanografía, "por el destacado apoyo académico y colaboración que le ha otorgado al CICESE desde 1973".

Palabras clave: Scripps, Margaret Leinen, SIO

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