Mamíferos marinos en Baja California, diversidad, abundancia y distribución




Ciencias del mar y de la Tierra

En comparación con sus familiares terrestres, el estudio de los mamíferos marinos se dificulta porque la mayoría pasa gran parte del tiempo bajo el agua. Aún así, en la costa occidental de Baja California se han realizado estudios sistemáticos sobre la distribución geográfica, variación temporal y abundancia de mamíferos marinos con el fin de conocer mejor a las diferentes especies que aquí habitan.

“Mamíferos marinos en Baja California, bases científicas para su conservación”, es una línea de investigación del proyecto transversal “Efectos regionales sobre la distribución y abundancia de mamíferos marinos debido a la instalación de plantas generadoras de energía en el océano” que, a su vez, se desarrolla dentro del megaproyecto Centro de Mexicano de Innovación en Energía del Océano (CEMIE-Océano), liderado por el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Ese centro está evaluando el potencial generador de energía eléctrica del oleaje, corrientes marinas, gradiente salino y térmico a nivel nacional. Por parte del CICESE la evaluación está siendo realizada por los doctores Francisco Campos y Vanessa Magar, ambos del Departamento de Oceanografía Física.

Una vez que se haya descubierto el potencial de generación de energía eléctrica por algunas corrientes marinas, invariablemente se debe instalar un aparato para generar electricidad. Por ello es de suma importancia saber concretamente si la instalación de esas plantas generadoras de energía pueden afectar la distribución y abundancia de los mamíferos marinos.

Resulta necesario investigar sobre la biología y ecología marina con un enfoque aplicado a la conservación, además de identificar problemas donde hay perturbación humana en el medio ambiente, determinar cómo esto puede afectar a los mamíferos marinos y cómo se puede mitigar el efecto o incluso evitarlo.

Para ello, la Dra. Gisela Heckel, investigadora del CICESE responsable del estudio, hizo primero una revisión bibliográfica muy amplia y profunda de todo lo que se sabe sobre la distribución y abundancia de todas las especies de mamíferos marinos en México. Posteriormente creó un atlas donde se citan artículos científicos, tesis, resúmenes de congresos, entre otros. Este material se encuentra disponible en la página del CEMIE Océano para su descarga gratuita.

Parte de los resultados que arrojó esta revisión bibliográfica fue que Baja California resultó ser la zona menos estudiada en cuanto a diversidad, abundancia y distribución. Desde 2017 se ha ido estudiando la distribución y abundancia de mamíferos marinos en la costa occidental de la península de Baja California, con el objetivo es saber cuántos mamíferos marinos hay de cada especie.

La doctora Heckel, quien es investigadora del Departamento de Biología de la Conservación del CICESE, explicó que para obtener estos datos se realizaron vuelos en cada estación del año a lo largo de la península, en transectos en “zig-zag” hasta 30 km de distancia de la costa. En estos vuelos se recopilan avistamientos y se toman fotografías. Con base en ellas se hace un conteo para obtener una estimación de abundancia de todas las especies que se hayan logrado captar. Así se ha podido tener continuidad y se ha visto cómo varia la abundancia a lo largo de los años.

El 95% de las especies de mamíferos marinos en México se encuentran en costas y mares de Baja California. Aquí habitan especies como focas, lobos y nutrias marinas, así como cetáceos: misticetos (con barbas) y odontocetos (que tienen dientes). En el Golfo de California se pueden encontrar la vaquita marina, orca calderón de aletas cortas, delfín de Risso, zifio de Cuvier y cachalote.

En la península, ya sea en la porción del Golfo de California o del Pacífico, se pueden encontrar ocho especies de misticetos: rorcual tropical, ballena minke, ballena azul, ballena gris, ballena jorobada, rorcual común, rorcual de sei y la ballena franca del norte, siendo, de ellas, la ballena gris el centro de atención.

Cada año la ballena gris emprende un viaje de 10 mil kilómetros desde las aguas del océano Ártico hasta los mares de Baja California, más precisamente a las lagunas costeras localizadas a media península, con el fin de encontrar mejores condiciones para la reproducción y la crecimiento en los primeros meses de vida de sus crías. Estos cetáceos nadan de día y de noche en una viaje que les toma alrededor de cuatro meses para llegar a nuestras costas.

Por ello de diciembre a abril es temporada de avistamiento de ballenas grises en Baja California.

Como servicio turístico, existen viajes para la observación de estas especies. Estas actividades pueden llegar a afectar la dirección de nado y la velocidad de las ballenas, sobre todo cuando las embarcaciones se acercan de frente. Por esa razón estas actividades turísticas están reguladas por la Norma Oficial Mexicana (NOM-131-SEMARNAT-2010) que procura mitigar cualquier efecto que puedieran tener, como lo sería el caso de embarcaciones que se acercan de frente a las ballenas y no por un lado o por detrás, como dicta la norma.

Pero no es la única migración que recibimos. También en invierno llega la ballena azul y la ballena jorobada a las aguas del Golfo de California, así como delfines, lobos marinos y focas en las áreas de observación.

“Hay que hacer notar que los mamíferos marinos son especies carismáticas que despiertan la fascinación en las personas. Esto hace que cualquier perturbación humana hacia ellos o su ecosistema llame la atención de las personas e incluso los gobiernos. Siempre que hay una afectación a mamíferos marinos los ojos del público están atentos, y los gobernantes deben tomar acciones a corto plazo para evitar que los humanos afectemos a estas especies y su entorno”, comenta Gisela Heckel.

Por otro lado, además de la intervención humana uno de los aspectos que más ha llegado a afectar a los mamíferos marinos es el calentamiento global. Específicamente en el caso de la ballena gris, el cambio climático ha llegado a perjudicar de forma considerable su alimentación, y ya se han presentado varamientos de crías y adultos enfermos. Aunque esto es relativamente normal que suceda, pues cuando se presenta el fenómeno de “El Niño” el número de ballenas varadas incrementa.

El lobo marino de California es una especie que se reproduce en esa entidad de Estados Unidos, en las Islas del Canal (frente a las costas de California), a todo lo largo de la costa occidental de la península de Baja California y en el Golfo de California. Se ha visto que a lo largo de los años la población de México se ha reducido y ha aumentado la de California. Lo que se puede pensar es que existe una migración paulatina de los lobos de California hacia el norte precisamente huyendo de temperaturas más altas, pero sobre todo de la escases de alimento.

En general, el cambio climático está afectando a todos los animales que dependen del hielo para vivir, reproducirse, descansar y encontrar su alimento; el mayor ejemplo es el oso polar y otras especies que habitan en el Ártico. En otras partes del mundo, donde no hay hielo, el cambio de temperatura en el agua también cambia la disponibilidad de alimento para las especies, lo que las obliga a moverse de su sitio de establecimiento, y al tener que moverse gastan más gastan energía, lo cual puede producir una disminución de la población.

Baja California es el estado con mayor riqueza de especies de mamíferos marinos del país. Por ello, México se ha comprometido con la conservación de estas especies por medio de leyes, programas y acciones concretas. Aún falta mucho por conocer sobre la ecología, distribución y abundancia de los mamíferos marinos, pero con trabajo de campo y más investigación se busca ayudar al cuidado y conservación de estas especies, no solo en Baja California, sino en todo México.

Palabras clave: mamíferos marinos, ballenas, Gisela Heckel

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